En el mundo empresarial actual, los equipos humanos son fundamentales para garantizar el éxito en la ejecución de los planes estratégicos. La colaboración, creatividad y adaptabilidad que ofrecen los empleados son insustituibles.

En este marco, para asegurar el éxito de estos planes, en Valhalla creemos que es esencial diseñarlos desde una perspectiva de “abajo hacia arriba”. Involucrar a los responsables de la ejecución en la definición de los planes no solo garantiza que las estrategias sean realistas y factibles, sino que también aumenta la motivación y el compromiso del personal. Los empleados que participan en el proceso de planificación entienden mejor los objetivos y están más dispuestos a esforzarse por alcanzarlos.

Los OKR (Objectives and Key Results) que marcan la visión de un plan, juegan un papel crucial en la alineación de esfuerzos hacia metas claras y medibles. Estos se asientan sobre líneas de actuación basadas en proyectos bien definidos, detallados y dimensionados adecuadamente. Cada proyecto debe contar con KPIs (Key Performance Indicators) creíbles y alcanzables, permitiendo medir el progreso y asegurando que las tareas sean ejecutables por las personas responsables. De ahí que sean las propias personas las que asumen el compromiso de la ejecución y el seguimiento.

Los planes estratégicos no los hacen las consultoras, los hacen y los ejecutan las personas.